Mis viejos no tenían mucha plata por aquel entonces y la bendita Pantera Rosa de plástico era una fortuna para el bolsillo de los Antelo. Pero de alguna manera había que compensar el shock producido por la venida de un hermanito. En este caso, dos hermanitas. Así que, el día que nacieron mis hermanas, sacaron esta foto, en donde, con mi típica cara de torta, tengo bien agarrada del cogote a mi Pía Rosa, mientras mi papá hacía pesas con mi vecina Romina y quien les escribe, que por entonces era un pichón de mamut.
Y sí, Patrizio, esta foto es justo de 1976...