Panyfiestas
sábado, diciembre 22, 2007
El problema con los regalos
No sé bien qué es lo que me pasa al respecto. Porque aparte de que me gusta hacer regalos, es como que tengo la necesidad de hacer regalos. Hay gente que tiene plata y se la gasta en ropa, zapatos, algún chichecito electrónico, un viaje... yo la gasto en regalos. Aparte de lo lindo de verle la cara al que recibe el regalo, hay otra cosa sumergida en el fondo de mi psiquis, alguna extraña reacción química en mi cerebro que me lleva sin pensar demasiado a comprar regalos para todo el mundo, varios de los cuales, víctimas de mi pasión regalera, son lectores de este blog.

Y esta vez me zarpé. Pero mal. Gasté mucho más de lo que ni siquiera había pensado gastar. Una locura total. Tanto, que hasta en el fondo me empecé a sentir un poco mareada por tanto vorágine gastadora. Además, ya me imagino la frase que se va a repetir más de una vez con distintas variantes, pero que se podrían resumir en "no tendrías que haber gastado tanto". Sí, ya sé, antes de que empiecen a decírmelo (mi madre a la cabeza), lo digo, lo asumo yo misma: no tendría que haber gastado tanto.

Tal vez esto sea el puntapié inicial para que le de otro uso a mi dinero, cosa que ya vengo meditando desde hace un tiempo. Pero antes de dejar de lado este vicio mío, decidí darle un final a todo trapo.

¡Y el año que viene, regalitos discretos!