Ahí me di cuenta que este año vino bastante complicado, pero que gracias a (llámenlo como quieran) Dios, suerte, o el cariño y la fuerza de la gente, todo se fue superando. Espero que el año que está por comenzar venga con más alegrías que tristezas, como este 2007, que al final de cuentas no fue tan malo como parecía.
