No, no me volví loca. Es que justo en el cumpleaños de mi hermana Rochi se festeja el Año Nuevo Chino. Así que fuimos a los festejos de los chinos y después a tomar algo por ahí.
Primero pasé por su casa a llevarle el regalito, porque imaginé que iba a querer usarlo en la fiesta de Año Nuevo. Y no me equivoqué. Aunque lo pensó por unos segundos (tenía puesta una hermosa pollera que le regaló su marido) cuando vio la peripollera 3 (alias peripollera dragón) supo que ésa era la pollera para salir.
Luego de aplastarnos con todos los argentinos que fueron a ver el famoso dragón que pasea por las calles del Barrio Chino, comer unos shawarma cubanos (menos yo, que no puedo comer ni cebolla ni tomate), algún que otro pancho chino (menos yo, que no puedo comer fritos), alguna que otra bebida alcohólica (menos yo, que no puedo tomar alcohol), huyó primero mi familia del amontonamiento.
Dani y yo resistimos un poco más para que él pudiera comer y luego, mediante llamadas al celular, los alcanzamos y nos fuimos a tomar algo por ahí, más precisamente en Baviera, un bar alemán en Juramento y Ciudad de la Paz muy simpático.
Ahí le pedí a Rochi que se pusiera su otro regalo, la peripollera 2.1, igualita a la peripollera 2 pero en otro color, junto con su correspondiente chalina.
Tanto mis otras hermanas como mi madre quedaron deslumbradas con la peripollera 3
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