Adiós a mis sueños de destruir bichos en los ratos libres, recordaré con nostalgia los momentos de impotencia ante un lag con un ping de más de 40000 (*), me quedaré con la frustración de no haber podido jugar con mi papá... Aunque no me vendría mal dejar de alucinar con una Buenos Aires destruída
¡Espero que vuelva!
(*) lag: se colgaba el programa durante un tiempo; cuanto más alto el ping, más tardaba en volver a arrancar; se jugaba bien con un ping inferior a 500