Panyfiestas
miércoles, abril 23, 2008
La Campana sonó
dijo que está todo bien,
pero hay que esperar un poco más.


No me aguanto más
las ganas de salir a...

No me aguanté más
y le mandé un mail a la Campana,
a ver si suena.

Espero que sí,
y que suene afinada.

jueves, abril 17, 2008
Las vacaciones - segunda parte
El día 3 comenzó espectacular. Todas las nubes del día anterior se habían disipado y ésta vez (a diferencia del viaje del 2004) Tilcara nos cayó más simpático, empezando por el lugar donde habíamos parado a dormir. Además, la noche anterior habíamos cenado carne de llama, muy tiernita y rica.

Compramos un queso artesanal saborizado, que fue nuestro desayuno camino al norte. Guía YPF en mano, primero paramos en una iglesia donde se hizo el descarne de Lavalle...


o sea: lo que nos contó la mujer que nos abrió la iglesia, fue que a Lavalle lo habían matado en San Salvador de Jujuy y que los federales querían llevarse su cabeza de trofeo. Los unitarios robaron su cuerpo con intención de llevarlo a Bolivia, pero no tuvieron mejor idea que ir velándolo en el camino, parando en cuanta iglesia se les cruzara en el camino. Y en el norte hay iglesias en todos los pueblos. Incluso, hay iglesias en el medio de la nada. Así que en la cuarta o quinta iglesia que pararon se dieron cuenta que la cosa no iba bien: el cadáver de Lavalle estaba emitiendo un olor a podrido insoportable. Y tanto, que pararon en esta iglesia a hacer el descarne, pelar los huesitos. La carne la dejaron ahí, menos el corazón que lo llevaron en aguardiente y, junto con los huesos, siguieron camino. Lindo, el toque tétrico del viaje.


En la siguiente iglesia, San Franciso de Paula o algo así, primero nos encontramos con unas chicas que recitaban coplas. Como las filmé, quisieron ver la filmación y se mataron de la risa. Les encantó que les diera cuadernos y biromes.

Y parece que, finalmente, impuse algo: las otras veces que fui al norte, los chicos me pedían plata y yo les daba útiles escolares. Otros turistas me vieron y decidieron copiar la idea. Deben haberlo hecho, porque estas chicas, y otros chicos que nos cruzamos en el camino, cuando les decía que no les iba a dar plata me preguntaban si tenía útiles. Qué alegría saber que no soy la única que hace eso (no digo que yo haya inventado lo de llevarles útiles, mi mamá también lo hizo; sí me atribuyo el hecho de difundir la práctica).


Cuando quisimos entrar a la iglesia nos calentamos: había un cartel que decía que no podías sacar fotos ni filmar para preservar el patrimonio. Traducción: si querés una foto, pagá la copia que te vendemos dentro de la misma iglesia. No quiero imaginar qué pensaría Jesús de este negoción. Nos peleamos no sólo con el del puesto, sino con un par de estúpidas turistas que justificaban el cartel. Dani y yo les preguntamos cómo podíamos dañar el patrimonio de la iglesia sacando fotos sin flash y filmando sin luces. El que vendía las fotos se limitó a decir que no dejaban sacar fotos ni filmar porque iban a venir a robar (sí, Dani y yo tenemos una pinta de traficantes de obras antiguas tremendas), y el resto no supo decir nada más coherente; pero nuestras propuestas no pudieron sacarles el gesto de ofendidos de la cara.

En Humahuaca nos volvió a pasar lo mismo.
Pero ahí ya era más descarada la situación: el cartel que te prohibía sacar fotos y filmar te decía que compraras las fotos, si las querías. Hubiera aceptado que me cobraran $1 o $2 para entrar y que después me dejaran sacar fotos sin flash y filmar todo lo que quisiera, pero esta restricción me puso de pésimo humor.
Si llegábamos a pasar por otra iglesia que tuviera la misma postura, directamente no pensaba entrar. Pero, por suerte, no volvió a pasar. De hecho, tampoco nos cruzamos con iglesias abiertas (las dos que quisimos visitar estaban cerradas).


Pasamos por un restaurant y nos llevamos un par de humitas y un par de tamales para comer en el camino. Y de ahí en más, venía lo nuevo: ni Dani, ni yo, ni el 1500 habíamos estado más al norte yendo por la ruta 9.

(continuará)
Humo en Bs As
Yo creo que,
en realidad,
todo esto
es un plan
ideado por
una raza alienígena
que quiere
comernos ahumados.

miércoles, abril 09, 2008
Estoy esperando
que suene la Campana
para ir a filmar.
viernes, abril 04, 2008
Las vacaciones - primera parte
Del Día 1 no hay fotos; será porque salimos el sábado a las 17 hs, en vez del viernes a la noche, como estaba planeado. Así que fue correr por la ruta 9 y luego por la 34 (correr porque no paramos, no por la velocidad).

Y en el Día 2 ya las cosas se veían distintas.


Recién llegados a Salta, buscamos la casa de mi amiga Marina y pasamos a llevarles regalitos a Camila y a Huayra, que estará entre nosotros a partir del 19 de abril (por eso no posó para las fotos; salió adentro de su mamá).
Camila decidió llamar a su oso polar Celeste, así que pasó a ser osa polar. Fue extraño cómo eligió el nombre: por alguna razón, después de nombrar a Rocío (que fue quien hizo el oso), hablé de "la mamá de Nico, Celeste", y ahí tomó el nombre, aún cuando le aclaré que no era ella quien lo había hecho. Celeste, entonces.


Y después nos fuimos a almorzar todos a El patio de la empanada, lugar por el que siempre pasamos a comer cada vez que vamos a Salta.
Lástima que no me avivé de sacarnos una foto todos juntos en ese momento. Sería el cansancio del viaje. Cuestión que no salí en ninguna foto con Marina, y en ninguna foto salió Nano, novio de Marina y papá de Huayra. Habrá que volver para sacarles fotos.

Después nos fuimos a pasear por una feria artesanal cercana a la estación de tren, donde no hay ni un cartel (después nos enteramos que el tren a las nubes sigue sin funcionar). Compré un par de cosas (increíble, sólo un par), llevamos a Camila a lo de su papá, a Marina a su casa y seguimos viaje. Tomamos por la ruta 9 original, más lenta aunque más corta, porque es todo camino de cornisa en medio de una selva. Sí, selva.

Y hay muchos diques en el camino.


La primera vez que hicimos ese camino fue de noche, hace 6 años. Hace 4 lo hicimos igual que ahora, con tiempo feo y medio tarde, pero esta vez no diluvió al salir de ese camino. Por suerte, porque iba yo al volante y me cansa mucho manejar bajo la lluvia.

Pasamos por las afueras de Jujuy y seguimos con planes de dormir en Purmamarca. Pero antes, nos encontramos con algo que jamás esperamos encontrarnos: ¿mucho tránsito viniendo en sentido contrario? Pensamos que tal vez sería la gente que se había ido de paseo el fin de semana y que estaba volviendo a Jujuy o a Salta (era domingo). Pero era muuuuuuucho tránsito, constantemente pasaban vehículos de la mano de enfrente. Nos metimos en una nube, pero no fue problema porque delante nuestro iba un colectivo al que podíamos seguir con tranquilidad. Hasta que, de repente, veo algo insólito: fuegos artificiales. ¿Eh? Sí, ahí, arriba del colectivo, fuegos artificiales en el próximo pueblo, o sea Tumbaya. Y ahí el colectivo frenó, y nosotros detrás de él. Debemos haber estado unos 45 minutos para cruzar Tumbaya. Cientos de autos y colectivos parados a ambos lados de la ruta, varias decenas de puestos de comida y artesanías armados a la derecha de la ruta, no había por dónde escapar. Tuvimos que seguir al ritmo que el tránsito indicaba. Parecía Córdoba y Callao un viernes a la tarde. Sólo que estábamos en la Puna. Una locura. No hay fotos de ese momento porque ya era de noche; ni video tampoco, porque yo estaba al volante.

Cuestión que llegamos a Purmamarca y no encontrábamos una habitación doble a un precio razonable: o eran $330 o eran $50, pero por una habitación compartida con 4 extraños. Así que nos fuimos. A los 4 kilómetros cambiamos de conductor, porque había manejado todo el día y estaba agotada, así que siguió Dani hasta Tilcara. Hace 4 años habíamos pasado por ahí y no nos había caído muy simpático este pueblo. Una, porque nos habían hablado tanto del pucará y nos pareció tan artificial, tan reconstruído luego de haber visto las ruinas de los Quilmes... Dos, porque quisimos comprar empanadas de llama para llevar y no hubo caso, no nos las querían vender si no eran para consumir ahí.

Pero esta vez fue diferente...

[continuará]