Y reinstalar todo otra vez. Y para reinstalar ciertas cosas, primero tenés que instalar otras. Y hay cosas de las que tenés más de una versión y no sabés cuál era la que andaba bien. O tenés que acordarte de poner parches que no sabés dónde están, o dónde ponerlos.
Lo bueno es que arrancás de cero e instalás sólo lo que necesitás. O te acordás que necesitás.
En fin... ¡quiero el office!
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