Ayer, o antes de ayer técnicamente, Silvia me avisó que no venía. Entre la docena de cosas que pensé en el momento, una de ellas fue: "uh, me voy a tener que planchar solita la ropa para la función de Fausto del sábado... qué garrón".
Hoy, o técnicamente ayer, me llega un mail de alguien del coro diciendo que podían llegar a clausurar el lugar donde cantamos porque en los baños no hay... expendedoras de preservativos.
Recién, hoy técnicamente, leo otro mail de otra persona del coro diciendo que, efectivamente, la función se suspende porque clausuraron el lugar.
O sea, el lugar lo cerraron porque Silvia no pudo venir a planchar mi ropa. Es así, es así...