Panyfiestas
lunes, diciembre 01, 2008
Ahora les cuento
Al principio, sólo unos pocos lo supieron.
Después, cuando la cosa empeoró, casi no conté nada sobre el asunto.

Ahora que todo pasó, les voy a contar qué me pasó en estas últimas semanas.


Vino una compañera de la facultad a editar un video. Sólo tardamos 6 horas en capturar 51 videos, editarlos y ponerle música. Procesé el audio. Puse a procesar el video. Y ella se agachó a desenchufar la cámara...
Ahí comenzó todo. La computadora se apagó. Nunca sabré qué pasó, lo cierto es que lo que pasó después no le pasa a todo el mundo. Porque, ¿cuántas veces se te apagó la computadora... y se te arruinó un disco de 500 gb? Me lo tomé con bastante calma, pero hasta ahí. Adentro del disco había muchas cosas prescindibles, excepto 3: el video que acababa de editar, otro video que venía editando desde hacía tiempo y que quería terminarlo para unos días después, y prácticamente todas las fotos que saqué durante la grabación del programa de Campanella. ¿Por qué me lo tomé con calma? Porque sé que los datos se pueden recuperar...

Dos días después llevé el disco. Cinco días después, habiendo pagado casi $1000 me llevé el disco nuevo con los datos recuperados y el disco viejo, que ya estaba bastante maltrecho, por si las dudas. Esa tarde le llevé la computadora a un amigo para que viera por qué estaba andando tan lenta y para que le "instalase" el disco.

Tres días más tarde me iba a ir a ver a Queen con este amigo. No habíamos arreglado cómo ir, ni habíamos hablado de la computadora. En medio de un estresante partido de Del Potro contra Feliciano López, lo llamo. Y me dice "ah, justo te estaba por llamar; me faltan instalarle unas cosas, pero la mayor parte ya está hecha. Lo que pasa que me llevó tiempo formatear el disco porque...". En ese momento, no sé cómo, no me desmayé. Me tiré al piso, repitiendo una y otra vez "no puede ser, no lo puedo creer". No sé qué habrá pensado mi madre al verme así (capaz nos enteremos todos en un rato, si escribe algo en los comentarios). Con las pocas neuronas que no estaban repitiendo "no puede ser", le dije a mi amigo que se tomara un taxi y llevara el disco a Once, mientras yo llevaba el disco viejo, para dárselo al señor recupera-discos, a ver qué se podía hacer: si podía levantar algo del disco formateado, si podía extraerle algo al disco viejo.

El recital de Queen, el recital de Rockandroll Hotel, ver a mis sobrinos... fueron excelentes paliativos. Era totalmente conciente de que hay cosas mucho peores que perder lo que podía haber perdido. Lo más terrible, era que había perdido toda esperanza de recuperar algo. Eso sí me desvastaba: perder la esperanza es una de las cosas más feas que me pasó, y espero que eso no me vuelva a pasar.

Tres días más tarde, el señor recupera-discos me dice que con mucho esfuerzo estaba tratando de levantar algo del disco viejo, porque lo que estaba formateado y pisado con las cosas instaladas, así quedó.

Ayer recién vi qué había en el disco. El video con el que empezó todo el despelote estaba bien. Ya lo procesé, lo bajé a dvd y en un rato mi compañera se lo llevará.
El otro video que tanto tiempo me tomó editar, parece estar bien. Todavía no lo vi completo. En estos días que no va a hacer calor, trataré de terminarlo y bajarlo a dvd.
Las fotos... era otro tema. De los 9 programas en los que saqué fotos, sólo había uno y medio. Dos los tenía en la otra computadora, uno lo tiene una amiga que fue a actuar, me faltaban 4 días y medio de grabación...

Hoy me jugué la última carta. Antes de ir al señor recupera-discos para que terminara de torturar al disco viejo, me fui a la productora. Ahí, en una computadora, yo había copiado todas las fotos. El tema era dónde estaba la computadora (yo sabía que ya no estaba en el mismo lugar) y si no habían borrado el disco rígido...

Llegué. Localizaron la computadora. Y Adrián, quien la usa ahora, me dijo "no borré nada, me creé otro usuario".

Ahí estaban. Todas las fotos, las que tenía y las que me faltaban.

Me volvió el alma al cuerpo. Y ahora, me siento muy feliz, pero a la vez muy cansada.

Moraleja: backup, backup, backup. Y si no entra en un dvd, tendré que comprar otro disco rígido para usar de backup.

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