Ante la insistencia de los lectores asiduos de este blog (o sea: mi hermana menor, mi madre y tal vez alguien más, pero no recuerdo si insistieron o no acerca de la poca actualización de este blog) paso a tomarme unos minutos para relatarles, tipo telegrama, por qué no estoy escribiendo aquí. Entre otras cosas:

* estoy trabajando. MUCHO.
* empecé a ir a la pileta, bien temprano a la mañana, con mi papá
* de vez en cuando, voy a escalar con Dani y mi cuñado Ezequiel
* me la pasé yendo a ver tenis (debería subir videos y fotos al respecto, pero estoy trabajando. MUCHO.)
* si no trabajo, y a veces trabajando también, me voy a cuidar a Nico

Además de no escribir acá, tampoco:
* voy al cine
* leo
* duermo más de 6 o 7 horas por día
* veo muy seguido a Nico
* como mucho
* me aburro
* cocino

Tengo la sensación de que faltan cosas en las dos listas (algunas fueron omitidas a propósito, pero la sensación es por aquellas que no saqué deliberadamente), y, en todo caso, dara pie a otro post. Cuando tengan tiempo.

Eventualmente, o sea, en estos días, aparecerá por aquí un corto, no sólo porque Mari me lo pidió mil veces, sino porque tengo que digitalizarlo por otro motivo. Pero, mientras tanto, y para que no se aburran de ver la foto del post anterior, aquí les dejo algunas del día de ayer, cuando Nico se apropió de su nueva cama (que, además, es sillón). Estaba tan emocionado que no se podía dormir, así que lo llevé a dar una vuelta en cochecito hasta que finalmente cedió y se durmió.

Etiquetas: Nico