Un día, mejor dicho una noche, que mirábamos Héroes, al ver a un par de japoneses (no estoy segura que fueran Hiro y Ando) saludándose con una simple inclinación del torso, brazos pegados a éste, ella exclamó "¿por qué no nos saludaremos así nosotros? ¡esto podrida de que me besuquee todo el mundo en la oficina!".
En ese momento pensé algo así como "qué amarga" o "qué quisquillosa", "no debe ser para tanto".
Pero después de trabajar una semana en otra oficina, y que todo el mundo viniera a besuquearme a la llegada o a la salida, encima de que no me puedo aprender los nombres, la entendí.
¡Boguemos por el saludo japonés entre los compañeros de trabajo!
¡Reservemos besos y abrazos para los amigos y familiares!