Una vez me dijo alguien (más precisamente, el marido de una amiga de mi mamá), que trabajaba como operador turístico, que los yanquies tienen una frase: "No news, good news", o sea, "Si no hay noticias, son buenas noticias". Esto me lo dijo en el momento en que lo llamé preguntádole si sabía algo de mis padres, que se habían ido de vacaciones a un país lejano y desde entonces no habían llamado a sus hijas para decirles cómo andaba todo.

Ese alguien, en ese momento, tenía razón. Mis papás no llamaban porque en ese país no era tan fácil conseguir un teléfono público, pero finalmente llamaron y estaba todo bien.


El viernes pasado recibí un mail de una amiga que vive en otro país lejano, un mail muy breve, donde contaba que su bebé había nacido, pero que dos días después lo habían internado por una malformación en el corazón. Desde entonces, no tengo más noticias.

Le mandé unos mails y nada. El teléfono de su casa no lo tengo, gracias a que Homero rompió la pantalla de la única agenda donde lo tenía anotado. Recién llamé a la casa de su madre (que, supongo, debe estar allá con ella) para ver si alguno de los hermanos me podía decir algo, y después de muchos intentos en donde me dio ocupado, finalmente me atendió el contestador.




Y yo aquí, sin nada más que hacer, esperando noticias...