De pronto, algo me llama la atención "pingüinos y pingüinas". Ahí giré para ver quién hablaba, porque cuando los políticos dicen discursos hablan todos igual, a los gritos, y no los distingo. Era K. Y nada.
Hasta que escucho que, para encarar el futuro o algo así, apeló, entre otras cosas, "a la fe cristiana".
Chan.
Si a este discurso (uno más, perdido entre otros) se le presta especial atención, K acaba de perder los votos de todos los no-cristianos. Y el de los cristianos que piensan más allá de lo que dicte la Iglesia.
(mi voto no lo perdió,
porque nunca lo tuvo)
porque nunca lo tuvo)