Ayer, lavandome los dientes, se me escapó el cepillo y me noqueé la parte de abajo de la lengua, justo donde se une con el paladar, del lado izquierdo. Por supuesto, en ese momento vi todas las estrellas de la Vía Láctea, pero al rato dejó de doler.
Hasta ahora.
Me fui a comer una galletita con queso (ya había comido gelatina) y me pegó un tirón ahí, donde me pegué el golpe. Bajo la mandíbula, me duele, subo la lengua, me duele...
Si no es el golpe más insólito y boludo que me pegué en mi vida, debe estar en el Top Five