Panyfiestas
miércoles, junio 14, 2006
Una de terror
Dani había ido a una fiesta en la facultad, ahí, en ciudad universitaria. Había ido solo; sin embargo, con él estaba un hombre vestido con traje, demasiado elegante para la ocasión. Dani no lo conocía, pero el hombre le hablaba como si así fuera. Dieron una vueltas por aquí y allá, el lugar estaba lleno de gente. Y este hombre le seguía hablando.

Dani empezó a notar algo raro, pero un principio no se dio cuenta. Tal vez, la charla constante del hombre trajeado lo distrajo durante un tiempo. Hasta que lo notó: había menos gente en el lugar. No era que se habían ido, sencillamente no estaban. Y apenas se dio cuenta de eso, vio que había menos gente, y menos, y menos. Pero no los veía irse, simplemente había menos. El hombre trajeado le seguía hablando.

Para cuando quiso acordarse, sólo habían quedado ellos dos, Dani y el hombre de traje. Dani estaba por preguntarle si sabía qué estaba pasando, pero el hombre trajeado le leyó el pensamiento y le habló antes de que Dani dijera algo.
Para eso, el hombre desconocido se acercó a Dani; quería decírselo al oído, aún cuando el lugar estaba vacío.

-Tengo algo que decirte. Soy el diablo.

Dani quedó paralizado.

-Y mientras hablábamos, me fui llevando, de a poco, a todos al infierno.

Dani seguía sin poder moverse, aterrado.

-Y ahora, quedás vos.

Dani gritó un largo "¡No!", con todas sus fuerzas, pero a la vez casi sin volumen, ahogado.





No sé cómo logré escucharlo. Mi mano alcanzó su espalda, lo sacudí un poco y le susurré "¿tenías una pesadilla?". Entredormido, dijo que sí.





Más tarde me enteré que lo había salvado de las garras del diablo.