Me llama y me dice que su ex va a ir.
Como siempre, yo levanto una ceja. Es que hasta altura del partido es casi imposible que eso pase, porque su ex está en pareja desde hace 1 año y evitaron cruzarse en los eventos comunes durante todo este tiempo.
Me llama su ex y me confirma que va a ir, pero aclara que sin su pareja. Bajo la ceja y subo la otra, porque ya sé que sus confirmaciones no son válidas si se hacen antes de las 3 horas que comience el evento (la mitad de las veces que quedamos en reunirnos en casa no vino, y no avisó sino hasta último momento).
Estaba en su casa y su ex llama. Le dice que no va a ir. Que se le armó quilombo. Para mis adentros pensé: "cancelación número..."
Me dice que así lo único que va a lograr, la nueva pareja, es que se encuentren clandestinamente.
Estoy en el medio del sandwich, mi amistad va para los dos lados; pero no pude con mi genio: "acordate que yo nunca estuve en el rol de ex, yo siempre fui la nueva; puedo imaginarme el otro lado de la situación, pero no puedo olvidarme dónde estuve parada".
Y para mis adentros pensé: "esta frase se la dije, y se la dije a otros... ¿cuántas veces ya?".