Hay gente que el 7 de agosto, o todos los 7 de cada mes, le reza a este santo para pedirle trabajo. A mí no me gusta pedirle a los santos, sobre todo si son estatuitas pintadas en las iglesias.
Pero tengo que reconocer que sí tengo a este santo encarnado en algunas personas: Víctor Hugo (y no sólo por mí, todo el mundo parece que le va a pedir trabajo), mi tía Antonia, y mi prima TTT, que no sólo me dio trabajo a mí, si no a varios de mi familia.
Creo que no va prenderles una vela, pero sí decirles gracias (a Víctor Hugo no le gusta, pero nobleza obliga).