Ya le hicieron la punción. Pero no es como yo creía, que lo pinchaban, le sacaban todo y listo. Le pusieron un catéter y lo llevaron de vuelta a la habitación, mientras va, de a poquito, saliendo toda la porquería que se le juntó en el pulmón.
Ahora el tema es que Carola tiene que cuidar que Juan no se arranque el tubo, porque, si bien lo van a tener con tranquilizantes, no le pueden dar mucho porque es chiquito.
Y yo, que hace una semana me quejaba porque estaba lejos de otra amiga que también pasó por un momento duro, ahora no puedo estar al lado de Carola por mi gripe. La diferencia, claro, es que puedo llamarla al celular en cualquier momento. Pero ya me voy a curar para ir a ayudarla.