Les cuento: al final, no quedó cieguito. Cuando te operan de los dos ojos, en vez de tapártelos completamente, te ponen unos protectores transparentes con agujeritos y salís viendo... todo borroso. El tema es que le oftalmólogo tuvo que hacer fuerza con no sé qué aparato en el ojo derecho (parece que el segundo ojo siempre cuesta más) y entonces le quedó más inflamado, le molestó más y hoy día lo sigue teniendo un poco rojo. Igual, ese ojo no le iba a quedar perfecto porque ese ojo nunca estuvo bien.
Hoy le sacaron los protectores, le dieron unas gotas que se tiene que poner varias veces durante el día y algunas recomendaciones mínimas, pero puede, más o menos, hacer vida normal.
El tema es que, sabiendo que su ojo derecho no iba a quedar perfecto, y como excusa para no cambiar tanto, se quería hacer unos anteojos lo antes posible. Y el oftalmólogo le dijo que no, que va a tener que esperar porque los ojos tardan en reacomodarse.
Mientras tanto, habrá que acostumbrarse a su nueva imagen.
Sobre todo, él tendrá que acostumbrarse.
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